Mantenimiento de ventilaciones pasivas

Las ventilaciones pasivas suelen encontrarse en marcos de ventanas, muros (cerca del techo o el suelo) o incluso en puertas, y a menudo están cubiertas por rejillas

La acumulación de polvo, pelusas e incluso pequeños insectos puede obstruir estas ventilaciones, reduciendo drásticamente su eficacia.

Se recomienda limpiar las rejillas y filtros al menos cada 3 a 6 meses, o con mayor frecuencia si vives en un ambiente con mucho polvo o si tienes mascotas.

¿Cómo realizar retiro de rejilla y limpieza de filtro?

  • Paso 1: Retira la rejilla

La mayoría de las rejillas son fáciles de quitar. Algunas pueden tener clips, tornillos pequeños o simplemente encajar a presión. Ten cuidado de no forzarlas.

  • Paso 2: Limpieza de la rejilla

Lávala con agua tibia y jabón suave. Puedes usar un cepillo pequeño (como uno de dientes viejo) para remover la suciedad incrustada. Enjuaga bien y sécala completamente antes de volver a colocarla.

  • Paso 3: Limpieza del filtro (si aplica): 

Algunas ventilaciones pasivas pueden tener una malla o filtro delgado detrás de la rejilla. Si es removible, límpialo de la misma manera que la rejilla. Si no es removible, puedes usar una aspiradora con un accesorio de cepillo pequeño para succionar el polvo y la suciedad.

Evita limpiadores fuertes o estropajos que puedan dañar el material de la rejilla o el filtro.

Una vez retirada la rejilla y limpiado el filtro, es importante inspeccionar el conducto o la abertura de ventilación.

Obstrucciones visibles: 

Con la ayuda de una linterna, mira dentro del conducto. Busca cualquier objeto extraño que pueda estar bloqueando el paso del aire.

No bloquear: 

Asegúrate de que los muebles, cortinas o cualquier objeto no estén bloqueando las rejillas de ventilación. La ventilación pasiva necesita un camino libre para que el aire circule.